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Isla Negra: el hogar de Pablo Neruda es un barco en tierra

Isla Negra no es una isla, ni es negra. Es el nombre que Pablo Neruda puso a su casa, a orillas del océano, entre El Tabo y El Quisco. Uno de los puntos que más me apetecía de este viaje a Chile era visitar la que fue morada de Neruda, y que rebosa creatividad por cada ventanal que mira al Pacífico.

isla negra pablo neruda

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Tuvimos la enorme suerte de contar con la guía de Angélica, que no sólo nos mostró la casa, sino que prácticamente hizo una revisión poética de la misma, citando versos de Neruda, explicando qué detalles coincidían con la obra del poeta, o con su manera de ser. Con su cadencia, su entonación y sus datos nos hizo una guía genial. Gracias desde aquí…

neruda collage entrada

No te contaré quién fue Neruda: puedes encontrarlo en cualquiera de las miles de páginas web dedicadas a él (te dejo algunos enlaces interesantes al final de este post). Me centraré en aquello que más me llamó la atención de lo mucho que nos contó Angélica.

Quien hoy conocemos como Pablo Neruda se llamaba en realidad Ricardo Eliécer Naftalí Reyes Basoalto. Su padre, ferroviario, le prohibió escribir poesia por ser algo propio de mujeres. Menos mal que no le hizo caso, nos hubiéramos perdido un Premio Nobel y a uno de los mejores poetas de la historia. Se cambio el nombre por Pablo Neruda en 1947, aunque había usado este seudónimo antes.

pablo neruda retrato isla negra

Neruda decía que su casa quería ser un barco con juguetes, de ahí la colección de mascarones, la más conocida de cuantas tiene en Isla Negra. Colecciona también botellones de vidrio (azules los que están en los ventanales que dan al mar, verdes y marrones los que dan a tierra), miniaturas de barcos embotellados y conchas marinas, colección que contó con 9.000 piezas. Los más de cinco mil libros que había en la casa están ahora en Santiago, para preservarlos de la humedad.

Muchos de los mascarones los consigue en puertos y en anticuarios, e inventa biografías para aquellos de los que desconoce su historia. Quizás la pieza más representativa estando en el hogar de un poeta es el mascarón de figura femenina llamado «María Celeste». Sus ojos, de cristal, condensan la humedad de la madera, de forma que la estatua parece llorar «por nostalgia del mar». Y es que la casa respira mar, y desde cualquier ventana se ve el cercano Pacífico, que rinde sus olas en la playa cercana, a los pies de la casa azulada…

isla negra pez pablo neruda

El techo de las habitaciones es a veces abobedado, de madera. Las puertas, estrechas; las escaleras, empinadas: todo simula el interior de un barco. El domitorio del poeta tiene la cama orientada con la cabeza a levante y los pies a poniente, frente a un amplio ventanal con vistas al mar. En la mesilla de noche, un catalejo a mano.

En una mesa de trabajo frente al mar, una fotografía de Baudelaire, a quien admira. Pero su escritorio favorito está en otra habitación, una con techo de zinc que producía música con la lluvia. La mesa del escritorio es la puerta de madera un barco, que Neruda vio flotando en el mar: esperó paciente en la orilla hasta que las olas le trajeron tal regalo. Si has leído hasta aquí ya ves que cito muchas cosas de las que no tengo imágenes: la Fundación Pablo Neruda no permite hacer fotos en el interior de Isla Negra, y qué menos que mostrar respeto. Puedes ver el interior en estas fotos de la web de la Fundación.

Si bien aproveché los vuelos a Isla de Pascua para releer sus «Veinte poemas de amor y un canción desesperada» y «Los versos del capitán«, tras la visita a  Isla Negra me quedo con ganas de leer «Canto general«. Se trata de  un recorrido poético por la historia y la cultura de América. Pero cambia la perspectiva de la Conquista, al considerarla desde el punto de vista de los pueblos originarios. Inaugura lo que hoy se llama «la visión de los vencidos». Un tema que me interesa y que me sacude por dentro desde que leí «Els vençuts» de Xavier Benguerell (que por cierto estuvo exiliado en Chile), donde conocí en forma literaria lo que me explicó mi abuelo acerca de los campos en insalubres playas de Francia donde fueron a parar tantos republicanos tras la Guerra Civil.

Nos queda siempre tanto por leer, tanto por viajar y tanto que agradecer a la generaciones cuyo sacrificio nos facilita hoy vivir en libertad…

Sepulcro de Pablo Neruda y Matilde Urrutia en Isla Negra

Los enlaces prometidos al inicio de este post:

Y algunas muestras de arte en Isla Negra: los trabajadores de las conocidas bordadoras de Isla Negra

bordadoras de isla negra 1

bordadoras de isla negra 2

Y la escultura «La Niña y el Pez», de Felipe Castillo

la nina y el pez felipe castillo isla negra cronicasviajeras

En el próximo post de hablaré de Pomaire, de su cerámica y de sus interesantes guisos…

Situación en el mapa