Descubriendo una Bruselas muy verde
En octubre tuve ocasión de formar parte de un grupo de periodistas y blogueros que visitaron Bruselas para descubrir que este destino tiene mucho de sostenible. La Oficina de Turismo de Bélgica Bruselas-Valonia me incluyó en el grupo Brussels Green Destination, una iniciativa que quiere dar a conocer los esfuerzos de Bélgica en el turismo sostenible.
En los próximos posts os explicaré acerca de Bruselas, de Gante y Namur siempre con la ecología en mente: comidas locales con filosofía slow-food, transporte público, paseos de la mano de guías locales voluntarios (los Greeters, me encantó la idea). Y cómo no, disfrutamos de la cerveza belga, de paseos en bicicleta y de la hospitalidad de un pueblo acostumbrado a convivir con visitantes de cualquier lugar. Nos explicaron acerca de la certificación para hoteles The Green Key.
Descubrí que Bruselas es una ciudad de contrastes con mucho que ver, un destino asequible y cercano: desde España te plantas en la ciudad en dos horas apenas, y tienes un montón de vuelos baratos tantos que hasta Ryanair vuela allí. En la capital belga vive gente de cualquier lugar del mundo (la capitalidad europea es lo que tiene) por lo que la oferta gastronómica es enorme. Cierto que hay muy buenos restaurantes a precios acordes a la categoría, pero también puedes disfrutar de establecimientos de comida tradicional muy buena por un coste que te sorprenderá en lo positivo de la palabra. Si te va la buena mesa, tienes que ir antes de que acabe este año para aprovechar las actividades gastronónmicas de Brusselicious.
Cinco organizaciones diferentes se han aliado para ofrecerte 200 visitas guiadas diferentes para que encuentres la que más se adapta a tu gusto (nosotros estuvimos con los chicos de Pro Velo, en una ruta en bicicleta que te encantará). Muchos establecimientos cuentan con wi-fi gratuito, las distancias dentro de la ciudad son más que razonables y el la red de metro y tranvías te deja en los puntos más interesantes. La oferta cultural, en cuanto a museos, en cuanto a actividades y en cuanto a historia, da para varios viajes (y para muy buenos ratos si no tienes suerte con el clima). Pasear por las calles de Bruselas es disfrutar entre muestras de art decó, de art nouveau, de edificios de vistoso ladrillo y de parques llenos de rincones con encanto.

El contraste arquitectónico en Bruselas es constante: un antiguo convento y un edifico gemelo moderno forman ahora una escuela de danza

Hay que aprender de las tristes secuelas de las guerras mundiales. El Museo Judío de Bruselas hace honor a las víctimas del horror
En los próximas semanas te contaré aquí acerca de todo esto y mucho más, de la producción de cerveza artesana, de licores de flores, de las famosas frites y de cómo disfrutar de la ciudad de forma sostenible ¿te vienes a Bruselas?