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Fin de año a bordo de un avión

Lo último que hice en 2011 y lo primero que haré en 2012 será lo mismo: escribir este post. ¿Se puede ser más friki? Sí que se puede: escribir este post a bordo de un avión de Air Europa que salió de Madrid hace unas nueve horas y que aterrizará en Cancún en hora y media. Son las 23:50 del 31 de diciembre, estoy en algún punto del Atlántico a unos diez mil metros de altura, con una copa de plástico a la que le queda un traguito de cava y una bolsita que contiene doce uvas.

Mi acompañante dormita, indispuesta, y a mi alrededor los pasajeros están inquietos. Hace un rato miraban alguna película o leían con caras cansadas. Ahora, algunos se hacen fotos, demostrando que pueden forzar una sonrisa si la ocasión lo vale. Es curioso ver las caras de fastidio mientras se esfuerzan por enfocarse a si mismos con un iPhone y como aparece una casi carcajada justo antes de disparar la foto. Es como vivirse uno mismo en cartón-piedra. Otros mantienen la mirada perdida en algo que solo ven ellos flotando ante sus ojos, seguramente repasando qué tal ha ido el año que se va o qué van a hacer con el que se les viene encima. Pocos hablan, y los que lo hacen usan frases cortas y lugares comunes…

Cuatro minutos, anuncia el azafato. Como respuesta, expresiones de asombro de los más pequeños. Vuelvo en seguida…

campanadas_a_bordo_croncas_viajeras

Para ti ha sido un salto de línea, pero hemos cambiado de año. Son las 00:05 del 1 de enero. Por el camino, no te has perdido gran cosa: mi traguito de cava acabó en el suelo (no preguntes), sonaron las campanadas, sacar las doce uvas de la alargada bolsa fue un poco más complicado de lo que parecía. Un aplauso tímido, besos sonoros entre el pasaje y sonrisas. Un saludo del comandante del avión y una azafata que ha dicho por la megafonía de la aeronave «feliz año nuevo, bienvenidos a la nueva era» (no, no preguntes…)

Pensaba que un fin de año a bordo tendría más glamour, pero tampoco era imprescindible. Cuando aterricemos dentro de una hora y poco más en Cancún serán casi las siete de la tarde: para cuando lleguemos al hotel estaremos a punto de entrar, otra vez, en 2012. Segunda oportunidad, esta vez en versión mexicana, a ver qué tal se nos da…

Por las ventanillas de UX063 ya se ven las luces de la costa americana, comenzaremos el año relajados en el Caribe mexicano, la cosa empieza bien, y espero que acabe igual de bien, como mínimo 🙂

Feliz año nuevo a todos, que en esta nueva vuelta al sol seáis felices, viajéis mucho y lo contéis on line. Brindo por que nuestros caminos se crucen cualquier día, en cualquier sitio inesperado, lejano e interesante y nos riamos juntos.

Situación en el mapa